Como Psicólogo estoy viendo un tema muy importante y algo preocupante dentro de varias familias.
A continuación lo comparto con ustedes de un punto sincero y directo (acompañado con ejemplos REALES).
A veces son de mucha ayuda ayuda, ellas permiten que la "señora de casa" trabaje fuera del hogar, visite familiares, salga de viaje, salga con las amigas o tome
sus ratos de descanso.
Estamos hablando de las NANAS que son importantes, pero...
¿Trabajan más que las mamás?¿Se llevan mejor con ellas?¿Conocen más a nuestros hijos?.
Bueno ¿Qué es una nana? Es la persona a la cual se le atribuye un salario por responsabilizarse del cuidado de uno o varios niños. Existen otros tipos de nanas a las cuales ni siquiera les es reconocida o recompensada su labor: el hermanito o la hermanita mayor, los sobrinos, los tíos o los familiares que se hacen cargo del cuidado y entretenimiento de los pequeños.
Cuando a su hijo le alegra más ver a la nana que a usted,
tal vez algo está fallando en su hogar. Si bien esto es cierto, la nana es una
persona importante que, además de cumplir con las tareas domésticas, está a
cargo del cuidado de su hijo la mayor parte del tiempo.
Esta responsabilidad no implica delegarle la crianza, la
educación y el afecto del menor. Sin embargo, hoy es cada vez más frecuente que
la nana se convierta en un referente afectivo del pequeño, debido a la ausencia
de los padres que ocupan la mayor parte del tiempo en su trabajo.
Cuando un infante prefiere a su cuidadora y desarrolla un
fuerte apego hacia a ella, significa que usted no ha estado disponible para él
en términos de cariño y dedicación. La vinculación hay que nutrirla en tiempo
afectivo.
Un niño se vincula con el mundo a través de quienes lo
rodean y es normal que en su cuidadora vea su enlace. Sin embargo, cuando este
se apega demasiado a ella y no quiere permanecer con usted, significa que ha
dejado de ser una persona atractiva para su hijo pues no comparte tiempo
suficiente con él. Si el infante busca a su nana, es un síntoma de que lo trata
bien, pero también de que usted ha dejado de hacer cosas fundamentales que le
corresponden.
Cuando se delega la crianza a la niñera se minimizan las
capacidades del niño, se atrasa su desarrollo, se apega mucho a ella y pierde
la confianza en sus padres.
¡Estoy agotada!, ¡ya no aguanto a los niños!... Estas y
muchas otras expresiones similares se escuchan dentro de casa todos los días como algo natural.
Cabe aclarar que el contar con una persona que nos ayude en
esta función no es nada reprobable, sino muy bueno, ya que nos facilita el
cumplimiento de todas las demás tareas, como ser esposas, amas de casa e
incluso cumplir con un trabajo profesional fuera de casa. El problema viene
cuando perdemos el punto de equilibrio, cuando perdemos de vista nuestro
objetivo. El ser madre, como vocación, es responsabilizarse de la formación y
educación de los hijos, y eso cuesta tiempo y esfuerzo.
Veamos el caso de varias madres de familia que sufren este problema:
cada una de ellas tiene hijos a los cuales quieren con toda el alma, viven
(dicen) para ellos, pero no alcanzan a comprenderlos.
*** Una tarde con la Sra. Rosa (San Borja)
Rosa tiene una invitación a un cumpleaños. Se organiza para que
todo salga bien, le pide a la nana que arregle a los niños con esmero, sin
perder detalle; ropa, moños, zapatos limpios, etc., porque ella (Rosa) tiene que
arreglarse también, pues ahí verá a sus "amigas de toda la vda".
Al llegar a la fiesta, como buena madre, hace las
recomendaciones pertinentes: Nana, siéntate con los niños a ver a la animadora,
juega con ellos, pásalos a que le peguen a la piñata, te fijas que coman bien y que no se vayan a caer.
Rosa se retira a platicar con sus amigas. Claro que de vez
en cuando da una miradita a sus hijos, asegurándose de que todo marche bien.
Al llegar a su casa le pide a la nana: "Nanis", estoy agotada,
por favor baña a los niños, ponles sus pijamas y eso sí, asegúrate de que hagan
sus oraciones. Yo todavía tengo un compromiso al que debo acompañar a mi esposo
y necesito descansar un poco...
*** Conozcamos a Teresa (Miraflores)
Tiene un estilo de ser mamá bastante parecido al de Rosa,
sólo que ella se siente más al pendiente de sus hijos porque les dedica mayor
tiempo y los acompaña a más actividades.
Ella tiene compromisos dos veces por semana con sus amigas,
más una tarde para ver a las tías.
Teresa es la que siempre tiene la iniciativa de que sus
salidas sean combinadas con diversión para sus hijos. Propone que cuando se
reúnen las amigas o comadres sea de vez en cuando, en un lugar donde puedan
pasar el rato con ellos: parques, visitar el mall, etc.
Sin embargo es la misma historia: las nanas atienden a los
niños y la señora Teresa y las otras mamás no pierden detalle de la plática. Lo curioso es
que ella también llega agotada de llevar a sus hijos al cine, parque infantil o
donde hayan ido, como si hubiera hecho todo lo que la nana se ingenió para que
los niños estuvieran entretenidos, contentos y sin molestar.
*** Ahora vamos con Margarita (Chacarilla)
Es una mujer tranquila a la que le gusta estar en su casa,
pero eso sí... ¡en perfecta paz!
Tiene una buena nana "entrenada" para alimentar, vestir,
entretener y divertir a sus hijos. Como si eso fuera poco para la nana, a
Margarita le gusta tener invitados para que sus hijos la pasen bien y
acompañados. Lo único que pide es que no estén encima de ella, sino a una
distancia prudente que no perturbe su paz.
Extrañamente, Margarita también termina agotada y al llegar
su marido, su queja es: Tuve una tarde de locos, vinieron invitados de los
niños ¡y armaron un escándalo!, ¿te imaginas?
*** Conozcamos a Martha (La Molina)
La señora Martha es muy activa, tiene mil compromisos fuera de su
casa. Se ocupa por todos los problemas de nuestra sociedad. Da su tiempo a los
pobres, enfermos y desvalidos. Es una gran mujer.
Tiene cuatro hijos a quienes tiene que dejar con la nana
para cumplir con sus compromisos de "ayudas sociales" junto con sus amigas.
Todo esto es muy loable, digno de admiración, pero, ¿y sus
hijos?, ¿les da la misma importancia que a todas sus buenas obras?
Generalmente no tiene tiempo de ocuparse de ellos y la nana se encarga de los niños.
Llega de sus actividades cansada y lo que quiere es ver
orden en su casa. Que los niños ya hayan cenado y que sólo les falte el besito
de las buenas noches. ¿No merecen ellos más tiempo y atención de su mamá? ¿No
son su primera y principal obligación?
*** Veamos ahora a la Señora Linda (San Isidro)
Es una mamá que tiene que trabajar para satisfacer las
necesidades del hogar. También ella se preocupa en extremo sobre la selección
de la persona que se hará cargo de sus hijos durante el tiempo que está en el
trabajo.
Vamos a entrar en este hogar. Por la mañana, la nana se
encarga de que los niños vayan bien vestidos, que tengan un buen desayuno y que
estén listos para cuando los recoja el transporte escolar. Linda no los lleva,
porque no sabe qué clase de día le espera en el trabajo y tiene que descansar
hasta el último minuto.
Al mediodía, los niños deberán haber comido antes de que
Linda llegue para así poder comer tranquila y a gusto. Ella les promete: Luego
me cuentan cómo les fue, ahora tengo mucha prisa.
Antes de volver al trabajo aconseja a la nana y a los niños:
Hagan su tarea, no peleen, pórtense muy bien, corazoncitos, y añade: vigílalos,
nana, ¿sí? A su regreso por la tarde, viene tan cansada que no tiene cabeza ni
ánimo para escuchar todo lo que los niños hubiesen querido platicar: lo que
pasó en la escuela con el maestro, con el amiguito, sus logros o fracasos.
Linda es muy cariñosa, siempre les habla a sus hijos con
palabras melosas y amorosas para recompensarlos por el tiempo y la atención que
a los niños les roba el trabajo, ¡pero no le pidan más! Linda está convencida
de que el tiempo que se da a los hijos no debe ser en cantidad sino en calidad
(afirmación que tiene sus reservas). Prefiere que la vean de buen humor y no
cansada y de malas.
Los fines de semana distribuye su tiempo entre llevar a los
niños a casa de sus abuelitos o centros de diversión.
Para ir de compras, prefiere hacerlo sola, ya que es más
rápido y cómodo. También, ¡claro!, es importante disponer de un buen espacio de
tiempo para ella y así olvidarse de sus problemas, divertirse y descansar.
***
Como hemos visto hasta aquí, el problema no son las nanas, sino aquellas mamás que quieren tan sólo vivir con sus hijos y no convivir, sobre todo cuando esto implica renunciar a determinados gustos y preferencias.
En resumidas cuentas, quiere muchísimo a sus hijos, quiere
lo mejor para ellos, por ellos trabaja, pero... ¿no habrá perdido el punto de
equilibrio? ¿No valdrá la pena un último esfuerzo (sacrificio) por convivir con
ellos?
Los niños comprenden que su mamá trabaje, pero, eso no les
quita el hambre de gozar un poco más de su presencia, esté de buenas o de
malas.
La infancia es la etapa más breve de la vida, pero es la más
importante en la formación de una persona. Es cuando se siembran los principios
y virtudes que forjarán el carácter y la personalidad del ser humano.
El tiempo en cantidad y calidad que se invierta en esta
maravillosa misión dará sus frutos y no habrá mayor premio que la satisfacción
de ver a los hijos felices.
Es importante aclarar que la crianza es una tarea
compartida. La niñera debe participar del cuidado del menor y ayudar en su
educación, mas no encargarse de esta. Si los padres delegan todas las funciones
a la cuidadora, resulta poco beneficioso para el niño. Un padre que no comparte
tiempo con su hijo genera en él problemas emocionales y de autoestima.
El apoyo de una tercera persona es vital siempre que existan
límites y roles definidos. Es bueno que tenga responsabilidades claras y que se
entienda su trabajo como tal.
La participación de ella, sin embargo, no debe perturbar la
armonía familiar si la relación que el niño creó con su mamá en los dos
primeros años de vida fue lo bastante estrecha para lograr un vínculo afectivo.
Recuerda que el bebé se relaciona con ella por medio del olor cada vez que lo
amamanta o lo acerca al pecho, cuando existe este lazo, es muy difícil romperlo.
RECUERDA SON TUS HIJOS Y TU COMO MADRE ERES LA ENCARGADA JUNTO A TU ESPOSO O PAREJA DE SU EDUCACIÓN Y CUIDADO POR BIEN DE ELLOS.
EL TIEMPO PASA, PASA Y PASA Y NO SE PUEDE RECUPERAR...
El Director del Blog
Licenciado en Psicología y Psicopedagogía
*