¿Cuánto
durará esto? ¿Será que pasa un año y se termina la “publicidad”? ¿Qué está
pasando dentro de las aulas para que el compañerismo esté desapareciendo? ¿Estos
problemas se deben solucionar entre los mismos compañeros? ¿Quién o quienes
tienen que ver con esto?
A todas
estas preguntas estoy muy seguro que le sabemos sus respuestas. Estamos
viviendo momentos de “horror y escándalo” (irónicamente) en nuestro país por
algo que siempre ha existido, vemos que se están creando campañas por
diferentes ONG, se lanzan programas en colegios, hasta una canción en contra de este tema ha sido creada.
Bueno este
artículo muestra que la realidad en las aulas de hoy en día no difiere mucho de
las antepasadas, el bullying ha existido siempre, aunque probablemente se le ha
llamado de otra forma. La única diferencia notable entre el antes y el ahora es
el papel que juegan los docentes hasta los mismos compañeros de clase. Este
artículo expone unas ideas básicas sobre cómo detectar la presencia de Bullying
y cómo actuar en caso de necesidad.
SIGNIFICADO DE BULLYING
Empezaré el
artículo lanzando una pregunta al aire ¿es el bullying una novedad dentro de
las aulas o somos conscientes de su existencia desde hace ya mucho tiempo
atrás? Me gustaría que cada uno piense y recapacite sobre la respuesta que
daría.
Cuando escuchamos
por primera vez el término “bullying” no sabemos muy bien cuál es su
significado y por ello podríamos pensar que Sí, sí que es algo nuevo en las
aulas. Pero si indagamos un poco en su significado podremos comprobar que No,
no es una novedad. Este nuevo concepto, muy extendido actualmente por los “mass
media”(medios de comunicación masivos o de masas), engloba lo que es el acoso y
la intimidación que siempre ha existido en las aulas entre algunos alumnos, con
la novedad de que también algunos docentes se convierten en víctimas. La única
diferencia entre el pasado y el presente es que gracias al BOOM que han dado
los “mass media”, tras casos de víctimas algunas de ellas llevadas al suicidio,
ahora es conocido por gran parte de la sociedad y no solo por el entorno
educativo.
Podría
definir que el bullying o la violencia entre iguales es una conducta de
persecución física o psicológica que realiza el alumno o alumna contra otro, al
que elige como víctima de repetidos ataques. Esta acción, negativa e intencionada,
sitúa a las víctimas en posiciones de las que difícilmente pueden salir por sus
propios medios. La continuidad de estas relaciones provoca en las víctimas
efectos claramente negativos: disminución de su autoestima, estados de ansiedad
e incluso cuadros depresivos, lo que hace difícil su integración en el medio
escolar y el desarrollo normal de los aprendizajes.
El bullying
no es únicamente aquel acoso que lleva a las víctimas al suicidio, no surge
sólo cuando a un alumno le pegan todos los días. Estos casos quizás sí son los
que más llaman la atención, pero hay otros en los que los alumnos son víctimas
exclusivamente por sufrir burlas, humillaciones sin que exista ningún tipo de
agresión física y a esto también se le considera Bullying, aunque no tenga
tanta repercusión en los medios y algunos profesores no les den tanta
importancia.
El bullying
se manifiesta por parte de los acosadores a través de varias acciones negativas
e intencionadas, cuyo objetivo siempre es la misma víctima de forma repetida y
durante un tiempo. Ejemplo de estas acciones pueden ser: pegar, insultar,
estropear o quitar cosas, poner apodos, hablar mal de alguien, aislarla,
dejarla en ridículo, mermar su autoestima, amenazar, chantajear, rechazo a
trabajar y cooperar con ellos, pintadas ofensivas, etc.
CÓMO DETECTARLO Y QUE HACER
Si hacemos
memoria de nuestra etapa educativa, seguro que en alguna situación hemos
presentado algún caso típico de bullying. Pero claro en ese momento no le
dábamos tanta importancia, se solía decir que “era cosas de niños”. Pero y la
víctima, ¿pensaba solo que era cosa de niños o realmente pasaba un mal trago en
su etapa escolar?
Cuando la víctima
pasa un continuo sufrimiento provocado por las humillaciones, intimidaciones,
burlas, acoso, y un largo etc., por parte de sus compañeros, ya no podemos
afirmar, quitándole hierro al asunto, que “son cosas de niños” no podemos hacer
caso omiso y mirar hacia otro lado. Hay que ponerle solución, actuar y evitar
males mayores.
Pero ¿Cómo
detectar si un alumno, un compañero de clase o un hijo está siendo una víctima
del Bullying? Tras mucha investigación puedo dar algunas pautas para detectar
si en nuestras aulas o ambientes cercanos se produce este fenómeno social. Algunas
de las pautas que a continuación voy a citar son muy evidentes, tanto, que a
veces, las pasamos por alto y por ello no nos damos cuenta de lo que realmente
ocurre.
PARA LOS
PADRES
Como padres
deben de estar atentos a los cambios de comportamiento de su hijo, sus cambios
de humor, si se irrita con facilidad, si presenta alteraciones de sueño y/o
apetito, dolores de cabeza, de estómago, vómitos, etc. por eso mi llamado de
atención a esos padres que “ven” a sus hijos poco tiempo durante el día.
Algunas veces los niños aparecen en casa a la llegada del colegio con golpes,
hematomas, rasguños, con la ropa deteriorada y siempre que se le pregunta qué
pasó, responde que se ha caído o ha sido un accidente. Otras veces pierden o
deterioran con demasiada frecuencia pertenecías escolares o personales. En
otros casos se da con demasiada frecuencia que el niño no quiere ir al colegio,
siempre pone excusas como que le duele la barriga o esta malo, le da pavor
entrar y salir solo al colegio y pide que siempre lo acompañen.
Todo esto
son señales de alarma de que algo pasa y no tiene siempre porque ser causa del
Bullying, por supuesto que no, pero sí una señal de alarma avisándonos de que
algo le está pasando. Si tras hablar con su hijo no le da una explicación
razonable y creíble sobre qué le pasa o siempre le dice la misma excusa, una
buena actuación será hablar con el personal docente en primer lugar y los
amigos de clase en segundo lugar para detectar el problema cuanto antes.
Trate de
hacer que su hijo se sienta seguro en la casa para que confíe lo suficiente en
usted y le cuente lo que está pasando en la escuela o en cualquier otro lugar
al que va sin usted. El acoso escolar no es algo que el niño tenga que sufrir
en silencio. Puede convertirse demasiado rápido en violencia o en un daño
permanente para el bienestar de su hijo, como tener problemas para confiar en
sus relaciones.
Mientras
más hable abiertamente con su hijo, mejores serán las oportunidades para que su
hijo quiera confiarle la verdad sobre su vida y
para evitarle el dolor y sufrimiento que ocasiona el acoso escolar.
PARA LOS
DOCENTES
Como
docentes se debe estar atento a las relaciones que hay entre nuestro alumnado
tanto dentro como fuera de las aulas ya que los niños no se comportan de la
misma manera cuando está presente o no un adulto, así pues detenernos de vez en
cuando a analizar cómo se comportan entre sí los alumnos en pasillos y recreos
donde los profesores no están tan presentes. Otra pista importante son las
pintadas en las puertas de baños y paredes, observar qué nombres aparecen
habitualmente pues puede que sean posibles víctimas.
También deben prestar
atención a las excursiones, se debe tener en cuenta quienes son los alumnos que
normalmente no asisten o no participan en salidas del grupo. Cuando se hagan
grupos de trabajo en clase observen quien queda siempre descolgado o el último
a elegir por sus compañeros. Otro aspecto importante y alarmante que tiene que
tener en cuenta los profesores será la variación del rendimiento escolar: pérdida
de concentración y aumento del fracaso en un alumno que hasta ahora no lo había
experimentado o es de extrañar por su historia escolar. Algo también importante
y para estar atentos es cuando un grupo dentro de la clase se ríe o burla
siempre de un mismo alumno cuando éste hable en público, de alguna opinión,
haga algún ejercicio en la pizarra, etc. se debe actuar inmediatamente como
debe ser.
Más de uno
pensará al leer esto, que eso ha pasado siempre y que son cosas de niños. En la
primera afirmación aciertan, pero en cambio en la segunda se equivocan. Esto es
lo que actualmente se identifica con el Bullying, realmente las víctimas de
estos actos lo pasan mal y por eso no hay que permitir que sean cosas de niños
sin más.
¿Cómo
actuar? Es cierto que hoy en día los profesores no tenemos autoridad en las
clases y, tanto si hacemos algo como si no, tenemos a los padres encima de
nosotros bien defendiendo a su hijo o acusando a otro. Pero no por ello debemos
ponernos una venda en los ojos y actuar como si no pasara nada por miedo a las
represalias de los alumnos o de sus tutores. Así que algunos se preguntarán
cómo podemos actuar. Pues bien, muy sencillo, previniendo situaciones. A
continuación daré algunos ejemplos.
Cuando los
alumnos tengan que formar pequeños grupos de trabajo, para realizar alguna
actividad en clase, observen si hay algún alumno que siempre queda excluido,
descolgado o en último lugar. Si es así pasen a formar grupos equitativamente.
Si las relaciones entre algunos alumnos son escasas o nulas con los compañeros(as)
hagan actividades de convivencia o actividades en las que sea obligatoria la
participación y el diálogo de unos con otros. Un ejemplo de ello puede ser
actividades de presentación. Separen a los alumnos por pequeños grupos y ellos tendrán
que hacerse una serie de preguntas sobre sus gustos, sus aficiones, etc. y
luego presentarlas ante el resto de los compañeros. Cuando observen pautas de
comportamiento que no son las correctas y que afectan a otros, podrán hacer
juegos de rol para que cada uno se ponga en el lugar de otros y experimenten la
empatía. En el momento en el que un alumno se dirija a otro con un “apodo” en
lugar de su nombre, llámenle la atención y corríjanlo, no deben pasarlo por
alto. Hay que evitar darle importancia a las risas o abucheos repetidos en
clase contra determinados alumnos. También deben estar atentos de aquellos
alumnos que sean diferentes por su forma de ser (introvertido, tímido,
vergonzoso, que le cuesta relacionarse con los demás, etc.) o aspecto físico (morenos,
gorditos, con gafas, etc.) ya que por ello suelen ser víctimas de tiro fácil si
no tienen una buena autoestima.
En cuanto a
los espectadores, compañeros de clase es bueno que les hagamos saber que si
saben lo que pasa y no dicen nada, son tan participes del acto como el propio
acosador. Deben fomentar el compañerismo y la integración entre compañeros,
recuerden que cuando uno está en la etapa escolar se forma un “amor fraternal”
entre los alumnos del aula llegando a ser hasta como “hermanos” o “patas”.
Deben animarles
a que, si saben o sospechan que un compañero es una víctima, nos lo hagan saber
lo antes posible para así actuar sin que tenga que haber represalias contra él
por haberlo contado. Los propios compañeros pueden ayudar a su compañero de
clase, animando a éste a contar su problema a sus padres y al profesor, o si no
pueden solucionarlo entre compañeros no a golpes sino hablando y entrando en
razón (esto siempre debería ocurrir entre los miembros de un aula recuerden que
la confianza con los padres o el profesor a veces no es la necesaria). Si eres
un compañero de alguien que es víctima del bullying, ponte en su lugar, en cómo
debe de estar pasándolo y no apoyes al agresor, es más detenlo, no le rías las
gracias, no le hagas sentir importante, dile que lo que hace no está nada bien,
etc.
ALGUNOS
PASOS A SEGUIR SI CREE QUE SU HIJO SUFRE DE BULLYING.
- Consuele y apoye a su hijo escuchándolo.
- Mantenga la calma mientras su hijo le explique lo que sucede.
- Evite culpar a su hijo.
- Recuérdele a su hijo que nadie merece ser acosado.
- Obtenga toda la información posible que su hijo pueda darle.
- Hable con los hermanos mayores de su hijo que quizás sepan lo que sucede en la escuela.
- No le aconseje a su hijo que pelee cuando lo acosen.
- Converse con su hijo sobre cómo resolver el problema tratando de que identifique posibles estrategias y soluciones. La resolución de problemas consiste primeramente en identificar y definir el problema.
- Dramatice varias situaciones de acoso escolar con su hijo. Practique mantener la calma. No mostrar ningún sentimiento puede disuadir el comportamiento del que acosa. Ensaye la situación de acoso para enseñarle a su hijo a apartarse de la situación y evitar la ira y la posible violencia. Practique ignorar el abuso verbal, concentrándose en un mensaje de texto o actuando de manera despreocupada, y escapar de la situación si su hijo cree que va a ser lastimado físicamente. Ayude a su hijo a aprender a actuar sin miedo y responder sin amenazas si el que acosa exige algún tipo de respuesta.
- Notifique a las autoridades de la escuela y deje claro que no tolerará el acoso a su hijo. Obtenga un plan de la escuela que muestre los pasos a tomar para intervenir en el problema.
- Notifique a todos los adultos que tengan que ver con su hijo en la casa, la escuela y cualquier otro lugar al que vaya su hijo, para que tantas personas como sea posible ayuden a protegerlo.
- Colabore con el personal del colegio para crear un programa de prevención del acoso escolar.
- Haga de su hogar un ambiente seguro y sin prejuicios para que su hijo se sienta siempre cómodo y apoyado.
- Mantenga la comunicación abierta con su hijo.
- Desapruebe cualquier intimidación o falta de respeto en la casa entre hermanos o adultos.
- Anime a su hijo a participar en actividades que fortalezcan la autoestima y la confianza en sí mismo. Su hijo debe ayudar a escoger las actividades en las que le gustaría participar, como deportes, clubes, grupos musicales como una banda u orquesta o cualquier otro grupo en el que pueda crear nuevas conexiones sociales y aprender habilidades nuevas.
POR FAVOR SIEMPRE CONVERSEN CON SUS HIJOS, ELLOS SIEMPRE TIENEN ALGO QUE DECIR, ALGO QUE CONTAR, SIEMPRE ESCÚCHENLOS POR MÁS QUE LES SUENE TONTO LO QUE ELLOS PUEDAN DECIR YA QUE PARA ELLOS EL CONTARLO ES IMPORTANTE Y ELEVA SU CONFIANZA Y AUTOESTIMA.
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EL DIRECTOR DEL BLOG
Licenciado en Psicología y Psicopedagogía.